¿MOMIA O ALIENÍGENA?



AUNQUE NO ESTÁ CONFIRMADA SU PROCEDENCIA NO HUMANA, ES EXTRAÑO QUE SU SEMBLANZA ENCAJE CON LA DESCRIPCIÓN DE ENTES EXTRATERRESTRES

Evidentemente nuestro mundo se encuentra lleno de sorprendentes  hallazgos que guardan gran similitud con los presuntos seres de origen extraterrestre que, supuestamente, nos están visitando desde tiempos inmemoriales a bordo de naves lenticulares (platillos volantes) o de forma cilíndrica. La momia de este ser, hallado en el continente sudamericano,  tiene el clásico aspecto del hombrecillo alienígena de pequeña estatura (no más de 120 centímetros), cabeza prominente y desproporcionada con respecto al cuerpo, grandes ojos negros, boca pequeña y minúscula nariz. Sorprende la semblanza, aún momificada, de sus rasgos físicos que serían concordantes con  los relatos que desde diversas partes del globo han hecho de estos misteriosos seres que parecen venir a visitar distintos lugares de nuestro planeta.
 
Muchos investigadores apuntan la posibilidad de que realmente sean fetos humanos o seres que padecieron enanismo durante su ciclo vital; no tendría, por tanto, nada de misteriosa su presencia y sí, por el contrario, sería lógico hallar sus esqueletos, aunque el aspecto les haga aparecer singulares y extraños, respecto a otras momias halladas. La verdad de su origen es fácil establecer con la moderna metodología forense. Un estudio antropométrico y de ADN bastaría para despejar las incógnitas, puesto que no se trata de creer en las apariencias, ni en suposiciones, sino en la realidad científica y ésta nunca debe ser suplantada por ninguna otra conjetura. La verdadera Ufología jamás debe ser una creencia, sino un riguroso y metódico estudio de todos los aspectos de los distintos casos por muy extraños e inusuales que puedan parecer. Solo así es posible saber la verdad, o establecer una lógica teoría, por fantástica que pueda parecer.