¿QUÉ FUE DEL VUELO MH 370 DE MALAYSIAN AIRLINES?

Un tupido velo de silencio se ha corrido sobre una de las desapariciones aeronáuticas más misteriosas de los últimos años. Las llamadas teorías “fantásticas” cobran vida 

 El pasado 8 de marzo de 2014, a las 00:41 horas (huso horario asiático) despegaba del aeropuerto internacional de Kuala Lumpur el vuelo MH 370 de la compañía Malaysian Airlines con destino a Pekín, la capital de China continental, donde tenía previsto llegar tras un vuelo de 6 horas, aproximadamente. El Boeing 777 llevaba 239 personas a bordo, tripulación incluida. 40 minutos después del despegue todos los controladores perdieron el contacto con el aparato, temiéndose que hubiese sucedido lo peor que suele ocurrir en estos casos: un accidente aéreo más y la inevitable pérdida de vidas humanas. Pero muy pronto y después de no hallar el más mínimo rastro de la aeronave, ni sus restos, comenzaron a desarrollarse teorías con aires fantásticos, aunque no por ello imposibles, paralelamente a la continuación de su búsqueda que se ha revelado infructuosa en diversos sectores de la zona. Parece como si este avión comercial se hubiese volatilizado literalmente. Entre las posibles causas del supuesto siniestro se ha hablado de que unas maniobras militares secretas americano-tailandesas, que supuestamente se llevaban a cabo en esos momentos, pudieron ocasionar el derribo accidental del avión; también del secuestro por parte de un grupo terrorista que lo habrían desviado de su ruta, del posible aterrizaje en un lugar desconocido, del hipotético choque con un pequeño meteorito que lo desintegró en el aire (ya existen precedentes de este tipo de accidentes) y, por supuesto, de la abducción por parte de una hipotética nave extraterrestre. 


Ante una evidente e inexplicable desaparición y la total inexistencia de restos que puedan confirmar la teoría lógica del accidente aéreo, otras hipótesis fantásticas empiezan a cobrar carta de naturaleza, sin que puedan ser desechadas de forma rotunda. Vamos a imaginar una posible teoría que tampoco puede ser descartada en estos momentos. Imaginemos que, como parece ser cierto, una fuerza militar conjunta americano-tailandesa estaba haciendo maniobras que incluían fuego real en aquellas latitudes. Imaginemos también y aceptemos la posibilidad de que nuestros hermanos del futuro, a bordo de sus máquinas del tiempo, estén visitándonos regularmente para conocer con todo detalle el desarrollo y la evolución humana y unas maniobras militares con empleo de armamento sofisticado para nuestra época (y totalmente obsoleto para ellos) puede tener cierto interés dentro de lo que será la investigación de la verdadera Historia de la Humanidad para las generaciones de los siglos venideros, poseedores de esa excepcional tecnología que les permite desplazarse por el espacio-tiempo y analizar los hechos de su pasado que son nuestro presente. 

Y ahora imaginemos cómo pudo ocurrir la desaparición del Boeing 777. Al tratarse de unas maniobras militares secretas, el Mando conjunto de la operación se comunicó por la frecuencia de radio internacional con los pilotos del vuelo MH 370 y les aconsejó desviarse del área para evitar cualquier posible impacto de algún misil descontrolado. El 777 describió un amplio giro, desviándose de su ruta, para luego retomar de nuevo su rumbo, justo en el momento en que hacía su entrada en nuestro espacio una Máquina del Tiempo que iba a presenciar los ejercicios tácticos. Su aparición provocó el vórtice espacio-temporal que normalmente causa su reentrada, afectando directamente al aparato de Malaysian Airlines, envolviéndolo en ese extraño torbellino y transportándolo directamente a otro plano dimensional sin que podamos establecer si éste fue hacia el pasado o hacia el futuro, una posibilidad impredecible dado el escaso o nulo conocimiento científico que poseemos acerca de sucesos de esta naturaleza. No es de extrañar, como apuntábamos en otro artículo sobre este mismo tema, que el vuelo MH 370 se encuentre en un Universo paralelo, copia del nuestro, o bien sufra un desfase temporal y llegue a su destino con el retraso de unas cuantas horas para ellos, que para nosotros pueden suponer años e incluso décadas. ¿Fantasía pura? Probablemente. Pero… ¿alguien es capaz de descartar rotundamente esta teoría?