Un extraño parpadeo llevó a especular con la existencia de una megaestructura construida por extraterrestres en una estrella que está a 1.500 años luz de la Tierra
El pasado octubre, la comunidad científica quedó desconcertada ante el hallazgo a unos 1.500 años luz de la Tierra de una extraña estrella, KIC 8462852, cuya luz fluctuaba de forma errática. Incluso se llegó a especular con la posibilidad de que este astro estuviera orbitado por una descomunal estructura construida por una civilización extraterrestre. Para comprobar esta asombrosa hipótesis, científicos del instituto SETI -un organismo dedicado a la persecución de inteligencia extraterrestre- han buscado breves pulsos de láser de la estrella, pero, para decepción de muchos, no han encontrado ninguno.
«La hipótesis de una megaestructura alienígena alrededor KIC 8462852 se está desmoronando rápidamente», afirma Douglas Vakoch, presidente de SETI Internacional y autor de un artículo que publica The Astrophysical Journal Letters. «No hemos encontrado evidencias de una civilización avanzada que emite señales de láser intencionales hacia la Tierra», ha añadido.
Durante seis noches entre el 29 de octubre y el 28 de noviembre, los científicos buscaron pulsos tan cortos como una billonésima parte de segundo en el Observatorio Óptico Boquete en Panamá, utilizando un telescopio newtoniano de 0,5 metros. El instrumento, relativamente pequeño, utiliza un método de detección único y tiene una mayor sensibilidad a las señales pulsadas. Si alguna civilización extraterrestre estuviera enviando un pulso láser intencional hacia la Tierra en el espectro visible, el observatorio Boquete tendría muchas opciones de detectarlo.
La curva de luz anómala de KIC 8462852 fue detectada por el telescopio espacial Kepler de la NASA, como parte de su búsqueda de exoplanetas. Lo que resultaba muy extraño es que mostraba un oscurecimiento irregular diferente a cualquier otro visto en otra estrella. A pesar de que un planeta del tamaño de Júpiter podría causar un oscurecimiento de aproximadamente el 1%, el observado en KIC 8462852 era mucho mayor, hasta el 22%. Igual de extraño, la fluctuación no seguía el patrón regular de un planeta que orbita una estrella, sino que era impredecible.
Fragmentos cometarios
La mejor explicación hasta la fecha es que estas fluctuaciones pueden haber sido causadas por fragmentos comentarios en una órbita altamente elíptica alrededor de KIC 8462852, interceptando la luz estelar, al mismo tiempo que la misión Kepler la estaba observando.
«Teniendo en cuenta la gran distancia a KIC 8462852, casi 1.500 años luz, cualquier señal recibida en la Tierra hoy en día habría dejado la estrella poco después de la caída del Imperio Romano», señala Marlin Schuetz, director del observatorio Boquete.
«Si algún día realmente se detecta la señal de una civilización extraterrestre, tenemos que estar preparados para dar seguimiento en los observatorios de todo el mundo, lo más rápidamente posible», añade Vakoch. Como primera prueba de esta coordinación, durante tres de las noches en que el SETI hizo observaciones en Panamá, KIC 8462852 fue escaneada de forma simultánea con el radiotelescopio Allen en el norte de California. Tampoco se detectaron señales. Otra vez será.
(Fuente: CIENCIA-ABC)