Si se hallase este arcano documento, su
contenido podría poner en evidencia muchos principios y cuestionaría ciertas
verdades que harían tambalearse los cimientos de nuestra actual Civilización
Conocemos su existencia. Sabemos que
permanece oculto o custodiado en un lugar ignoto y secreto. Puede estar en
Europa, en Oriente Medio o en el Continente americano, puede estar guardado en
una misteriosa cripta, bajo el subsuelo de cualquier Catedral cristiana o en un
desconocido santuario, palacio o castillo. Puede hallarse aún bajo una
impenetrable sima subterránea, en algún archivo secreto oficial o en la cámara
acorazada de algún gobierno del mundo occidental. Este Códice contiene las claves que arrojarían luz sobre muchos aspectos
oscuros de nuestro pasado, de nuestro presente y posiblemente de nuestro futuro;
es posible que los grandes principios y creencias se vinieran abajo y bastantes
de los enigmas que esconde el devenir temporal de la Humanidad podrían ser
resueltos. Pero la pregunta es ¿hasta qué punto los líderes de nuestra
civilización, si consiguieran encontrarlo, estarían dispuestos a revelar sus
contenido, difundirlo y exponer al mundo sus verdades y profecías aún a sabiendas que podrían provocar una
revolución de consecuencias imprevisibles? ¿Cuántos principios, ideologías o
religiones sucumbirían ante sus Verdades? ¿Quiénes son los que, hasta ahora,
conocen parte de su inquietante naturaleza, si es que alguien ha logrado ese
privilegio? ¿Ha sido la
Historia de nuestra Era y aún la más reciente, una consecuencia
del desconocimiento de todo cuanto contiene…?

Porque el Códice X afecta al destino de la Humanidad entera, con
independencia de razas, credos, nacionalidades, principios filosóficos,
religiones o regímenes políticos. Sobre quién o quienes lo transmitieron al
hombre, o a un reducido y selecto grupo, permanece también en el más absoluto e
impenetrable de los secretos. Solo cabe hacer conjeturas, de la misma forma que
conjeturas son también sus preceptos esenciales. Pudieron ser Entes superiores
llegados de las estrellas o los hombres del futuro; también los atlantes o
cualquiera de las civilizaciones perdidas y aún desconocidas que pudieron
habitar nuestro Planeta en tiempos remotos.

La gran aventura ha comenzado,
aunque de forma secreta y diríamos clandestina. Una intensa búsqueda ya está en
marcha desde hace más de un siglo sin que nadie hasta el momento haya podido
hallarlo. Y forzosamente los seres humanos debemos hacernos esta pregunta ¿Quiénes
lograrán descubrir y poseer este mítico Códice
X…? Solo los tiempos venideros lo dirán.