LA SÁBANA SANTA DE TURÍN ¿EL ENGAÑO PERFECTO?

La explicación ofrecida sobre una  misteriosa “radiación” que se produjo en el instante en que aquel cuerpo supuestamente retornaba a la vida, solo ha hecho aumentar la confusión sobre su origen y veracidad 


 Una de las reliquias religiosas que más ríos de tinta ha hecho correr, que más polémica e informaciones contradictorias ha suscitado y que más pasiones despierta entre creyentes y detractores es, sin duda alguna, la llamada SÍNDONE o SÁBANA SANTA que se encuentra conservada en un arcón de plata en la Catedral de Turín (Italia). Este lienzo que tiene unas medidas de 436 centímetros de longitud por 110 de anchura y un peso de 1.420 gramos, es una sola pieza de tela sin añadidos, tejida con una trama de hilo de lino en forma de “espina de pescado”. Sobre ella aparece, muy débilmente y en un tono amarillento-grisáceo, la imagen de un ser humano que ha sufrido una auténtica tortura y coincide con la descripción que el Nuevo Testamento hace de la muerte de Jesús de Nazaret y de todo el proceso que le llevó finalmente a ser clavado en una cruz. Sin embargo, como otras tantas reliquias cristianas, ésta aparece tardíamente en la Edad Media y muchos investigadores coinciden en señalar que es en el año 1389 cuando llega a poder del entonces Papa, Clemente VII.

En cualquier caso y desde la propia época medieval, la Síndone ya es cuestionada aunque de manera secreta y a nivel oral y no escrito ni publicado pues, como reliquia sagrada, no debemos olvidar que los cancerberos de la Santa Inquisición, aquella organización criminal que sembró el mundo occidental de cámaras de tortura y públicos crematorios, era capaz de enviar a la hoguera a cualquier mínimo discrepante que pusiese en tela de juicio no solo las llamadas “verdades dogmáticas” sino también cualquier objeto considerado ”sagrado” . Y las reliquias, por muy exóticas que fueran, así eran catalogadas entonces. La Síndone de Turín fue fotografiada por el abogado italiano Secondo Pía en 1898 y al positivar aquellos negativos apareció una imagen que solo añadió más confusión a la ya existente sobre la reliquia. ¿Por qué apareció con tanta nitidez y en positivo aquella imagen que en la tela apenas era perceptible? La explicación viene dada por dos factores esenciales: la imagen original del lienzo y la propia técnica fotográfica usada ya en aquellos años. Las emulsiones fotosensibles a base de sales de plata (haluros de plata) eran del tipo llamado ortocromático, es decir, insensibles a la luz roja. Estas placas usadas como negativo eran de cristal emulsionado, de 50x60 centímetros, y precisaban un largo tiempo de exposición dentro de la cámara fotográfica para registrar una imagen estática y débilmente iluminada (se habla de que la exposición duró varias horas). Al ser revelados los negativos éstos ofrecían una curvatura “gamma” o grado de contraste muy alto, de ahí que pudieran resaltar unas zonas de la imagen que no eran visibles a simple vista. A partir de ese momento comenzó lo que podríamos llamar una auténtica revolución sobre este lienzo y la imagen que contenía. 

Comenzaron a investigar el modo en que podía haberse grabado y empezaron las controversias; se habló de falsificación, de una imagen pintada hábilmente, de una técnica conocida como “frotis” que dejaba una imagen negativa, de una semblanza misteriosa y natural, de los efectos del áloe y la mirra usados en la unción del cadáver que reaccionaron en el lino… Nada era convincente, ninguna explicación tenía la suficiente contundencia para establecer el verdadero origen y fueron pasando los años. En 1988 se sometió a la prueba de datación por medio del C-14 y éste dio como resultado que se trataba de un objeto medieval del año 1325 con un margen de error posible de +/- 65 años. Entonces se produce una nueva versión: la de una EMISIÓN DE ENERGÍA RADIANTE emitida desde el interior del propio cadáver en el momento de la supuesta resurrección que fue lo suficientemente intensa para “chamuscar” las fibras de lino y grabar la imagen y lo necesariamente breve para no quemarlas. Luego aparece otra teoría, derivada de ésta, según la cual esa misteriosa y desconocida RADIACIÓN habría rejuvenecido el tejido, dando por tanto, una prueba errónea con el fiable método del Carbono 14. Pero estudiemos brevemente la propia imagen. Cualquier experto en fotografía descubre una tenue iluminación lateral-cenital que forma la imagen (que es más apreciable en el análisis del relieve tridimensional hecho con la VP-8 de la NASA) dándole sensación de volumen. Una radiación en forma de intra-iluminación surgida del mismo cuerpo hubiera proporcionado una imagen plana y sin zonas contrastadas, es decir, la radiación por su propia naturaleza hubiera “grabado” por igual todas las pares de ese misterioso cuerpo yacente como una RADIOGRAFÍA. No se hubieran diferenciado tanto las líneas generales que forman la imagen porque ese manantial radiante hubiera actuado como los Rayos X sobre una placa, impresionando y sobreexponiendo todas las partes por igual, especialmente las manos, que hubieran quedado transparentes y una de ellas quedaría sobreimpresionada sobre la otra. Hubiera sido visible la parte del cráneo que une frontal y dorsal (parte superior del cráneo) y que en la Síndone no aparece. También es muy curioso que aparezcan con tanta nitidez las manchas de sangre ¿Por qué? ¿Es que la sangre reseca emitió más radiación…? 

 Todo nos sugiere que la imagen fue iluminada artificialmente desde el exterior, una luminosidad atenuada que provoca zonas oscuras de fuertes contrastes y otras más nítidas y claras. Se ha dicho que el cuerpo entró en suspensión o levitación en el momento de emitir esa enigmática RADIACIÓN. De haber sido así ¿Porqué la imagen dorsal aparece completa en su totalidad? De haber quedado el cuerpo en suspensión la zona posterior del lienzo se hubiera separado tanto de él que apenas se habría obtenido imagen alguna, sin embargo se aprecia perfectamente en su totalidad. ¿Y el cabello? Al estar el cuerpo en suspensión hubiera caído a mechones hacia atrás, sin embargo aparece como suele quedar en pinturas o fotografías, tanto en la vista frontal como en la dorsal ¿Estaba pegado a la cabeza? También en la imagen original, llamada “negativa” el tono de la cabellera y la barba aparecen demasiado oscuros, cuando tendrían que aparecer mucho más claros, como observamos en los negativos fotográficos normales, en los que un cabello castaño o negro aparece prácticamente blanco ¿Era Jesús de Nazareth extremadamente rubio o albino? ¿ lo eran así los judíos en aquella época?... Muchos dudan razonablemente que la llamada Sábana Santa sea una pieza auténtica. La hipótesis de que sea una ingeniosa falsificación medieval viene dada por la razón y el dictamen de muchos científicos.

 Si nuevamente volviera a ser analizada con la moderna metodología científica del siglo XXI, por especialistas no creyentes (y por lo tanto no influidos por la fe) posiblemente se obtendrían otros resultados muy distintos y sorprendentes. Pero estamos convencidos que a medida que la Ciencia progrese, será más difícil examinar concienzudamente esta reliquia, cuyo último examen se hizo hace casi 30 años. Y en todo este tiempo se ha avanzado mucho. Así pues es de temer que todo seguirá igual y se mantendrá ese velo de misterio, ese enigma que a tantos interesa. Como decía el escritor inglés Oscar Wilde “el hombre puede creer en lo imposible, pero nunca creerá en lo improbable”.