Huellas inequívocas de agua en Marte: el nuevo descubrimiento de la NASA

La posibilidad de encontrar formas de vida es cada vez más factible, suponiendo que esta evidencia no esté siendo momentáneamente ocultada al mundo

Las noticias que se están ofreciendo, prácticamente gota a gota, por las agencias espaciales parecen indicar el propósito de preparar psicológicamente a la Humanidad para una gran revelación, que no sería otra que confirmar lo que una buena parte de ella ya intuye: la existencia de VIDA orgánica fuera de nuestro planeta ¿Qué tipo de vida, nos preguntamos? ¿Microbiana, animal, inteligente…? No lo sabemos aún. Quizá por eso la NASA y la ESA (Agencia Espacial Europea) han presentado recientemente dos importantes novedades sobre sus respectivas misiones “estrella” y las dos tienen que ver con el agua que como todo el mundo sabe es fundamental para la existencia de organismos vivos. Por primera vez, la sonda europea Rosetta ha detectado el gas noble argón en un cometa y, como su concentración relativa es más alta que en la Tierra, este descubrimiento refuta la teoría de que el agua pudo llegar a nuestro planeta por el impacto de estos cuerpos celestes.


Pero el anuncio de la NASA ha generado mayor expectación entre la comunidad astronómica internacional, porque ha sido calificado como el "mayor descubrimiento" realizado hasta ahora durante la exploración de Marte, el planeta que más se parece a la Tierra en todo el sistema solar. Según las imágenes obtenidas por la sonda estadounidense MGS (Mars Global Suveyor), el agua líquida ha fluido en la superficie de Marte durante los últimos cinco años y esto aumentaría las posibilidades de que el planeta rojo pudiera albergar vida. Estas corrientes de agua podrían llenar hasta 10 piscinas terrestres, según la NASA, pero no todos los investigadores están de acuerdo: algunos creen que estos regueros de color más oscuro detectados en cuatro barrancos marcianos podrían ser avalanchas de polvo o de dióxido de carbono. Pero, según publica la revista Nature Geoscience, estas rayas oscuras son de agua líquida y se registran incluso hoy en día, porque en estas laderas se han detectado sales que necesitan agua líquida para formarse. Estos “senderos” salados aparecen anualmente, pero sólo durante las estaciones cálidas. El aumento de las temperaturas probablemente permite que el agua aflore por la superficie marciana, aunque los expertos todavía no saben su origen exacto. Está claro que sería preciso enviar una expedición humana a Marte, dotada con vehículos especiales y capaces de realizar un extenso examen por el suelo marciano y estudiar varias zonas o regiones. Si existe cualquier tipo de vida, sus huellas o las pruebas de su presencia pueden ser perfectamente detectadas, analizadas y valoradas.

En cualquier caso la vida microbiana o animal (pequeños invertebrados o animales de estructura más compleja) nunca se ha descartado que puedan existir en Marte. Otra cuestión es la vida inteligente, más difícil de aceptar, aunque no sea imposible, porque de haberla –y aún ignorando su estadio de evolución- se estima que no debe haber alcanzado grandes cotas de desarrollo a juzgar por el “silencio” de su presunta existencia (ausencia de construcciones complejas visibles, modificaciones artificiales del medio ambiente, emisión de gases, presencia de infraestructuras mecánicas a base de metales, ondas electromagnéticas artificiales, etc.) Sí cabe la posibilidad de que, adaptada al subsuelo, puedan existir especies similares a los primates terrestres, aunque evidentemente sería un modo de vida totalmente desconocido para los humanos. Creemos que el futuro del conocimiento acerca del planeta Marte es sumamente atractivo, lleno de sorpresas y sorprendente, aunque la Ciencia es la que tiene la última palabra.

(Fuente asesora: MSN y Autor)